En 2013, cinco tuiteros incapaces de crear una opinión unánime, fueron castigados sin Gin&Tonic por frases malinterpretadas que ni siquiera habían expresado. No tardaron en pedirse unos helados y hoy, perseguidos todavía por algún “Es que tu habías dicho que yo había referido…”, sobreviven como blogueros de verso libre. Si tiene algúna opinión y se los encuentra, quizás pueda debatir con ellos.
